En una de nuestras guardias del Turno de Oficio, asistimos a una cliente a la que se le acusaba de formar parte de una red dedicada al robo de identidades y a utilizar las mismas con el objetivo de cometer actos ilícitos de enriquecimiento. Tras un largo procedimiento lleno de recursos y dificultades conseguimos que se archivase el procedimiento abierto en su contra puesto que desde el primer momento se acreditó que ella no formaba parte de esa red, sino que era otra víctima de la misma.